Un libro del siglo XVI rezaba: "los magos dicen que si una persona se frota a sí misma con un diente de león será bienvenido en todas partes y obtendrá lo que desee".

martes, 23 de diciembre de 2014

LE RÊVE D`AWA


Una joyita





Dessin animé réalisé dans le cadre de la francophonie.
Production Chouette Prod
Scénario Aymeric Austry Zéna Zeidan
Réalisation Yancouba Dième Zéna Zeidan
Storyboard Animation Compositing Yancouba Dième
Colorisation Mad Pixel Sana Dième Lamine Dième Cheikh Dième
Montage Zéna Zeidan
Musique Stephen Ibaaku Bassene
Merci à Pauline et Paul Antoine

BIRTH OF THE BLUES (SINATRA AND ARMSTRONG)




Bill Steber

ZAT YOU, SANTA CLAUS (LOUIS AMSTRONG)




viernes, 19 de diciembre de 2014

MAD WORLD (Tears for Fears 1983 // Michael Andrews and Gary Jules 2001; Michael Gondry 2004 -vídeo-)





Todo a mi alrededor son rostros conocidos,
sitios desgastados, rostros degastados
madrugando para correr cada día
hacia ninguna parte, hacia ninguna parte.
Sus gafas se llenan de lágrimas
sin expresión, sin expresión..
Ocultando mi cabeza quiero ahogar mis penas,
sin mañana, sin mañana.

  Lo encuentro divertido en cierto modo, en cierto modo triste.
Los sueños en los que agonizo son los mejores que he tenido.
Me cuesta decírtelo, me cuesta aceptarlo.
La gente camina en círculos:
Es un mundo muy muy loco.

Niños esperando el día de sentirse bien.
Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz.
Programados para sentir lo correcto.
Siéntate y escucha, siéntate y escucha.
Fui al colegio y estaba muy nervioso.
Nadie me conocía, nadie me conocía.
Hola, profe, enséñame la lección
e ignórame, ignórame.

Michael Gondry


All around me are familiar faces
Worn out places, Worn out faces
Bright and early for the daily races
Going nowhere, Going nowhere
Their tears are filling up their glasses
No expression, No expression
Hide my head I want to drown my sorrows
No tomorrow, No tomorrow


And I find it kind of funny, I find it kind of sad
These dreams in which i'm dying, Are the best I've ever had
I find it hard to tell you, I find it hard to take
When people run in circles its a very very
Mad World, Mad World


Children waiting for the day they feel good
Happy Birthday, Happy Birthday
And they feel the way that every child should
Sit and listen, Sit and listen
Went to school and I was very nervous
No one knew me, No one knew me
Hello teacher tell me whats my lesson
Look right through me, Look right through me

And I find it kind of funny, I find it kind of sad
The dreams in which i'm dying, Are the best I've ever had
I find it hard to tell you, I find it hard to take
When people run in circles it's a very very
Mad World, Mad World

Enlargen your world

Mad World



jueves, 18 de diciembre de 2014

DIGNITY AND FREEDOM (FREEDONIA)




Martin Harvey

A VECES BASTA UN EMPUJÓN (III)



AIRE (Mecano)

Una noche de resaca,
al tratar de despertar,
noté que por el ombligo
me empezaba a desinflar,
que mi cuerpo se arrugaba
como un papel vegetal
e iba pasando -qué curioso-
al estado gaseoso.

Y tras la metamorfosis
me sentí mucho mejor;
era un aire gris oscuro
y con bastante polución,
 se notaba, en cualquier caso,
 que era aire de ciudad
que, si bien no es el más sano,
lo prefiere el ser humano.

Aire
soñé por un momento que era aire
oxígeno, nitrógeno y argón
sin forma definida ni color
fui aire volador

Como yo soy muy consciente
-hasta en esta situación-
decidí ser consecuente
con mi nueva dimensión
y probé a ser respirado
por la que duerme a mi lado.
Sin entrar en pormenores
yo sé hacer cosas mejores


Como no me satisfizo
la experiencia sexual
se me inflaron los vapores,
me convertí en huracán,
di unas tres o cuatro vueltas
y a la quinta me cansé.
Este cuarto es muy pequeño
para las cosas que sueño.

Aire
(estribillo)

Y lo siento por mi novia
y el cristal que me cargué:
me escapé por la ventana
y en picado me lancé,
pero tuve mala suerte
y, cuando iba a remontar,
me volví otra vez humano
no faltéis al funeral.

Aykan Özener


miércoles, 10 de diciembre de 2014

INVENTARIO (Manuel Vicent)


©RAS


Una mecedora blanca, algunas diosas de escayola en el jardín, las paredes de la terraza pintadas con cal, una parra de sombra amorosa, libélulas y campanillas moradas en la alberca, las persianas verdes, cortinas que inflan la brisa durante la siesta, sonido de una mosca vibrando en la penumbra, el Mediterráneo en la ventana. 

El viejo arcón despide un perfume de ropa almidonada y en el mármol del aparador hay un botijo de agua fresca. Una camisa de hilo, un sombrero de paja, unas sandalias grecolatinas, el pantalón impregnado de salitre, la piel quemada.

Nada existe más hermoso que habitar una aseada pobreza junto a la mar, olvidado de todos, habiéndolo olvidado todo. Escuchar las olas de púrpura que resuenan en torno a la quilla cuando uno navega al atardecer y contemplar las velas ligeras que se confunden con la imaginación o el pensamiento.

Crepúsculos en el malecón, marineros semejantes a Telémaco, ninfas de rubias trenzas tan bellas como una deidad vestidas de lino y adornadas con collares de frutas, aroma de brea en el puerto de pescadores, gritos de hembra solariega en el mercado de verduras, cuentas de Pitágoras en la lonja alrededor de las cajas de langostinos.

Todos los barrancos de este litoral son deslumbrantes, abren un ojo azul al Mediterráneo, están llenos de espliego y alacranes, pero en los huertos también cantan las acequias. Es necesario creer en Dios cuando en esta tierra se dan habas tan tiernas, lechugas con el corazón de nieve, alcachofas parecidas al cetro de Agamenón, tomates dulces como la sangre de una doncella?

Se trata de huir detrás de un sueño para encontrar una mecedora blanca y balancearse en ella bajo una parra, junto a la mar, hasta que las ideas sean idénticas a la luz que en cada momento percuta tu cabeza. Dejar pasar las horas, desechar cualquier ambición, vivir el sol en medio de una elegante austeridad, tomar aceite de oliva, andar descalzo sobre la sal, navegar en aguas de dulzura y no desear nada sino amigos y ensaladas de apio.

He aquí el inventario de mi fe.

OTRO AMOR (Manuel Vicent)

El País, 10 de enero de 1999

En la vida ordinaria las parejas se enamoran de fuera hacia adentro. Primero se interpone el cuerpo y después con un poco de suerte llega el alma. Al cruzarse en cualquier parte esos dos seres que luego serán amantes se encuentran con un rostro, unas manos, unas piernas, unos ojos, con la superficie humana que está expuesta a la intemperie.


A partir de esta atracción física la pareja se acerca, traba un conocimiento, expresa unos sentimientos, desvela su pasado, proyecta una felicidad común, se va introduciendo en el alma del otro y llega un momento en que se produce esa conexión deslumbrada de ambos espíritus que se llama amor.


Pero cada día son más las parejas que se relacionan por primera vez por medio de Internet. En este caso, al contrario que en la vida ordinaria, el amor se desarrolla de dentro hacia afuera. Alguien lanza un mensaje anónimo a la red, con un nombre supuesto. A este reclamo acude desde el otro lado del planeta una internauta y en la pantalla del ordenador se produce un primer contacto entre dos almas desconocidas que empiezan a ofrecerse datos de su espíritu: deseos, fantasías, falsos sueños, promesas imaginarias, aspiraciones de belleza, todos esos materiales con que se fabrica una gran pasión.


El cuerpo no ha intervenido todavía. Una vez enamorados de su alma los internautas comienzan a mandarse fotografías, la de la primera comunión, aquélla tan bonita del parque, una de muy joven en que salió guapísimo. Estas imágenes son tan irreales como los sentimientos que previamente estos amantes se habían ofrecido, pero el engaño ya no tiene importancia.


Así le sucedió a un gordo y seboso señor de Hamburgo que conectó con una gorda y decrépita señora de Toronto. Se encontraron en un punto virtual de la red. Comenzaron a intercambiarse unos sentimientos delicados, deseos puros o tal vez inconfesables; abrieron sus respectivas almas en el espacio inmaterial y desde esa intimidad, seducidas a causa de tanta perfección, fueron concretando sus figuras y primero se mandaron mutuos retratos donde aparecían jóvenes y radiantes.


Finalmente se dieron una cita en el Plaza de Nueva York y allí se descubrieron gordos, viejos e incluso repulsivos, pero ya se habían enamorado ciegamente por dentro. La sorpresa que se llevaron fue la contraria que se produce cuando alguien, fuera de Internet, se enamora de un cuerpo espléndido y se encuentra con un alma idiota.

Robert Matakovic

TEMER


Quieras o no, quiera yo o no, pones en marcha conectiva a mis neuronas y me planteo muchas cosas nuevas sobre mi mismidad de siempre.
 
¿Qué temo, en general?- me he preguntado últimamente. Creo que, básicamente, temo la dependecia; es una sensación ambivalente, porque sé que esa dependencia incontrolada e "indeseada" de la que hablo y de la que huyo tiene componentes lo suficientemente atractivos como para zambullirme en ella y no querer volver a salir nunca más. Pero mientras mi cabeza continúa lo suficientemente cuerda, sé (o pienso, o creo,...) que no es un estado óptimo, el de domesticación. Y me tengo por alguien sumamente sensible a la domesticación; de ahí las luces de alarma que se encienden cuando creo encontrar al Principito y me veo susceptible de convirme en el zorro que le suplica que lo domestique.
 
Siempre he leído ese fragmento con fascinación y siempre, hasta ahora que me lo planteo desde mí misma, lo he sentido como algo sublime. Serás para mí único en el mundo, seré para ti único en el mundo. ¿Qué puede haber más deseable que singularizarse para el otro, para ese otro que se ha convertido en único para ti?
 
Pero ahora, desde la reflexión que implica la cuestión: ¿y qué pasa si te domestica un Principito?, ya no pienso en el zorro y en el niño de cabellos rubios, sino en éste y en su rosa. La domesticación nunca es un fenómeno recíproco; hay un domesticador/domador y un domesticado/domado. Y es, además, irreversible: el domesticado siempre dependerá del domesticador, por más que llegue a sufrir y lamentar la pérdida de su salvajismo. Para él su domesticador será único en el mundo, pero el domesticador tiene ese poder/saber que lo mantiene independiente del domado. La dependencia del Principito de su rosa amada, esa agonía por saberla bien, por haberla dejado sola, esos sentimientos de culpabilidad/responsabilidad hacia el destino de ella, todo eso... es aterradoramente hermoso, pero también desgarradoramente terrorífico.
 
Eso es, creo, lo que temo: que el juego acariciador de las algas sedositas se convierta, en un momento imprevisible e irreversible, en una red de filamentos de la que no pueda/quiera salir.
 


Sorolla
 

SU AMOR NO ERA SENCILLO (Benedetti)



©RAS

LA FUNDACIÓN DE LOS DÍAS (Galeano)


©RAS

PLUS BLEU QUE LE BLEU DE TES YEUX (Piaf et Aznavour)










Plus bleu que le bleu de tes yeux,
Je ne vois rien de mieux,
Même le bleu des cieux.
Plus blond que tes cheveux dorés
Ne peut s'imaginer,
Même le blond des blés.
Plus pur que ton souffle si doux,
Le vent, même au mois d'août,
Ne peut être plus doux.
Plus fort que mon amour pour toi,
La mer, même en furie,
Ne s'en approche pas.
Plus bleu que le bleu de tes yeux,
Je ne vois rien de mieux,
Même le bleu des cieux.

Si un jour tu devais t'en aller
Et me quitter,
Mon destin changerait tout-à-coup
Du tout au tout.

Plus gris que le gris de ma vie,
Rien ne serait plus gris,


Pas même un ciel de pluie.
Plus noir que le noir de mon cœur,
La terre en profondeur
N'aurait pas sa noirceur.
Plus vide que mes jours sans toi,
Aucun gouffre sans fond
Ne s'en approchera.
Plus long que mon chagrin d'amour,
Même l'éternité
Près de lui serait court.
Plus gris que le gris de ma vie,
Rien ne serait plus gris,
Pas même un ciel de pluie.

On a tort de penser, je sais bien,
Aux lendemains.
A quoi bon se compliquer la vie
Puisque aujourd'hui...

Plus bleu que le bleu de tes yeux,
Je ne vois rien de mieux,
Même le bleu des cieux.
Plus blond que tes cheveux dorés
Ne peut s'imaginer,
Même le blond des blés.
Plus pur que ton souffle si doux,
Le vent, même au mois d'août,
Ne peut être plus doux.
Plus fort que mon amour pour toi
La mer, même en furie,
Ne s'en approche pas.
Plus bleu que le bleu de tes yeux,
Je ne vois que les rêves
Que m'apportent tes yeux...


©RAS

DUETO ANTROPOERÓTICO ENTRE LAS DUNAS


En su consulta, desnuda, la doctora
y un tuareg tendido en el diván.
No es mala forma de empezar un plan
aunque ella se resiste, por ahora.

El árabe susurra que la adora
y la doctora tiembla como un flan.
Parece claro que se acostarán
porque la cosa está muy tentadora.

Pero el amor de ella, que es muy lista,
se atrinchera detrás del parapeto
de su diploma de psicoanalista.

¿Podrá el amante superar el reto?

Desde mi puesto de comentarista,
les mantendré informados. Lo prometo.



En improvisada cocina, la doctora,
devorados tres mil libros de recetas
-¡de cocina tunecina, hasta las... cejas!-
maldice a cualquier ave ponedora.
 
El montón de cascarillas rotas
de poca habilidad dan testimonio
y como quiera que ya está hasta el mismo moño,
declara, sin vergüenza, su derrota:
 
Si los briks se me dan como el rimar
y el rimar es tal que ni soneto,
ni cuarteta, ni quintilla, ni panfleto,
me da que nos quedamos sin... probar.

A VECES BASTA UN EMPUJÓN (II)


Sunday es una mujer enamorada irremisiblemente de sus pasados, en especial de su pasado con Baxi. Los recuerdos se le han vuelto rémoras parasitando y lastrando sus zapatos poco a poco, al punto de que un día, al intentar caminar, se da cuenta de que parecen los zapatos de cemento que fabrica la mafia.

Quiero estar con él. No quiero estar con ninguna otra persona. Es la persona que más me quiere y a quien más quiero en el mundo. Por eso estoy buscando las claves para dejarlo todo atrás: fingir que no me pasa nada; correrme una buena juerga en cuanto pueda; ir a verle; recuperar un aspecto físico que me haga gustarme. Pero sobre todo, no regodearme en esta situación como llevo haciendo desde hace meses: pensar que todo me sale mal, que nada me va a salir bien, que todo es injusto etc. etc. etc. No voy a permitir que lo que nunca me ha afectado me afecte ahora. Mi vida no es peor ahora que antes. Así que no puedo hacerme creer a mí misma que sí. Necesito espacio. Necesito espacio emocional más que físico. Luego, todo a mi alrededor ha sido más bien triste: tú; tus pérdidas; las mías; la vida en general.

Pero siempre he dicho lo que tú me dices hoy: que hay un montón de cosas buenas por venir. Que están esperándonos. No puedo perder ni un minuto de mi vida llorando por las esquinas por cosas absurdas. Es cierto que llorar te descarga, pero regodearse en el dolor o en la pena es casi pecado. Porque si es cierto que la vida no es rosa en muchos momentos, también lo es que tenemos mucho, mucho, mucho, mucho que nos ha tocado en suerte; no hemos hecho nada por tener la vida que tenemos; sólo tenemos que mirar un poquito más allá de nuestras narices y ver lo injustamente afortunados que somos, pese a todo. Y, sin embargo, pese a cualquier contrariedad (incluso justificada) nos permitimos el autocompadecernos hasta el infinito. Me planto. No puedo seguir así, como una niña mimada, llorando por lo que pierdo y sin ver lo que aún conservo. Se acabó. Desde este mismo momento. Salvo si recibo un empujón que me tire de culo (y aun así volveré a levantarme), me pongo de pie. Con mi derrumbe estoy creando un efecto dominó increíble, derrumbando a todos los que estáis alrededor, y que no os lo merecéis. He empezado a pensar hace 10 minutos que debía incorporarme, y tu empujón ha terminado por ponerme en pie.

Bastó un empujón: verle, verle con su pasado superado y hasta olvidado, para comprender que ella también, ella tenía que soltar para caminar.

Voy a ser mala sin remordimientos. Porque pensaba que eso era maldad: olvidar lo inolvidable, sufrir al ver que caminaba ligero y con reluciente sonrisa. Y como no pudo ser mala con él, lo fue consigo misma. Se ató fuerte sus zapatos de cemento y se lanzó, desde el tren que la traía de vuelta, al mar.

Michael Dweck

martes, 9 de diciembre de 2014

VIDA TÃO ESTRANHA (Rodrigo Leão; por Camané, concerto O Espírito de um País)





São de veludo as palavras
Son de terciopelo las palabras
Daquele que finge que ama
De aquel que finge que ama
Ao desengano levo a vida
Al desengaño llevo la vida
A sorte a mim já não me chama
La suerte a mí ya no me llama

Vida tão só
Vida tan sólo
Vida tão estranha
Vida tan extraña
Meu coração tão maltratado
Mi corazón tan maltratado
Já nem chorar
Ya ni llorar
Me traz consolo
Me trae consuelo
Resta-me só um triste fado
Me queda sólo un triste fado

A gente vive na mentira
La gente vive en la mentira
Já não dá conta do que sente
Ya no da cuenta de lo que siente
Antes sozinha toda a vida
Antes sola toda la vida
Que ter um coração que mente
Que tener un corazón que miente

Vida tão só
Vida tan sólo
Vida tão estranha
Vida tan extraña
Meu coração tão maltratado
Mi corazón tan maltratado
Já nem chorar
Ya ni llorar
Me traz consolo
Me trae consuelo
Resta-me só um triste fado
Me queda sólo un triste fado






Saint-Exupéry


domingo, 7 de diciembre de 2014

DÉJAME VIVIR (Jarabe de Palo y Chambao)




Déjame vivir
Libre
Como las palomas
Que anidan en mi ventana
Mi compañía
Cada vez que tú te vas.

Déjame vivir
Libre
Libre como el aire
Me enseñaste a volar
Y ahora
Me cortas las alas.

Y volver a ser yo mismo
Y que tú vuelvas a ser tú
Libre
Libre como el aire

Déjame vivir
Libre
Pero a mi manera
Y volver a respirar
De ese aire
Que me vuelve a la vida
Pero a mi manera.

Y volver a ser yo mismo
Y que tú vuelvas a ser tú
Libre
Pero a tu manera

Y volver a ser yo mismo
Y que tú vuelvas a ser tú
Libre
Libre como el aire.


EL HERMIMANAMIENTO, MAGNETISMO HUMANOIDE O GRAVEDAD HORIZONTAL


©Gürbüz Doğan Ekşioğlu


Todo lo lapa que soy con conocidos, soy de repelente con desconocidos. Y como me desazona la invasión de mi espacio físico por extraños (hablo de esa cercanía que te lleva a creer que el otro te está haciendo casi un boca a boca o boca a nuca), llevo muchos años fijándome en fenómenos que a mí me parecen totalmente extraterrestres, pero que, estadísticamente, demuestran que la rareza la represento yo. Es lo que yo llamo atracción gravitatoria horizontal de los humanos. Sí, así, tal cual.

Una de las primeras cosas de las que huí (y que, por tanto, cobró visibilidad para mí) fue del boca a nuca. Me di cuenta enseguida de que muchísima gente tiene la costumbre de poner las puntas de sus zapatos en tus talones. No entiendo por qué. Esto sucede mucho en semáforos. Pero más en escaparates que estaban vacíos a tu llegada y que, sin razón lógica aparente, empiezan a llenarse de personas a las que, de los diez metros de vitrina disponible, resulta que sólo les interesan los 40cm. que tú estás observando. Te ningunean de tal forma que terminas hecha ventosa contra el cristal mientras ellos continúan empujando en un intento de hacértelo atravesar, como hizo Carroll con Alicia, pero de una forma mucho más burda y con la finalidad, mucho más prosaica, de ver qué es lo que tú mirabas con tanta atención.

Pasa también en el cine y en otros lugares en los que tomar asiento. Tú eliges al azar una butaca; en el cine hay tres personas contadas. Pues el próximo que venga elegirá, sin duda, sentarse, bien a tu lado, bien inmediatamente delante de ti. Es como si nada más verte decidiesen convertirte en el experto elector de butacas y, ante la imposibilidad de darte un empujón para ocupar la tuya directamente, se "conforman" con el lugar más próximo.

Pasa muchísimo también en los bares. Situate al buen tuntún en cualquier lugar de una larga barra vacía y verás, con estupor, cómo el próximo cliente decide pedir hombro con hombro contigo. Ponte a bailar en el rincón más solitario y verás cómo en segundos se convierte en el lugar más demandado. Ponte a pedir en una cola de 100montaditos un día de verano y creerás que el camarero ha conectado al cliente que te sigue al aire acondicionado para que te refresque a ti la nuca. Y así hasta el infinito.

Pero también pasa de forma macro, como cuando la gente quiere relajarse huyendo de las aglomeraciones del día a día y elige pasarlas en un crucero, o en un viaje organizado, o al destino más de moda, o hace colas de media hora para hacerse la foto que está tomándose todo el mundo, o...

Muchos, sobre todo los que no son conscientes de estos fenómenos porque no les perturban o porque incluso son los que practican el hermimanamiento boca a boca/boca a nuca al ciudadano, al leer esto pensarán que exagero, que se trata de una distorsión en mi percepción debida a que, al molestarme, percibo una simple casualidad proximal como un acoso asfixiante. Podría ser. Pero hace poco tuve una experiencia que me arrancó una carcajada por dentro (y una sonrisa que no pude reprimir por fuera) y que indicaría que no estoy tan lejos de la realidad al explicar la gravedad horizontal. En el principio de una línea de autobús urbano estábamos tres personas esperando. Subí la primera y, a continuación, las otras dos señoras que se conocían. Me senté en un asiento intermedio cualquiera, al lado de la ventanilla. Las mujeres se habían esperado una a la otra, de modo que tardaron medio minutillo en aproximarse. Una de ellas se sentó en paralelo a mí, pero del otro lado del pasillo (lo que ya me pareció sorprendente) y la otra ¿a su lado? ¡ni hablar! ¡al mío! Tuve que contar los asientos, no pude menos. ¡Entre 27 asientos libres encontraron que el mejor era el mío de forma indiscutible! La de mi lado pugnaba incluso por sentarse en mis rodillas. Fue tremendo.

La gravedad horizontal o hermimanamiento existe, amigos, incluso aunque no creáis en ella, todos los días sufrís/disfrutáis de suspiros y frotamientos derivados de esa fuerza descomunal que desafía la Física conocida.

ELLENIKI




©RAS

OJOS DE CIELO (Víctor Heredia)





Si yo miro el fondo de tus ojos tiernos
Se me borra el mundo con todo su infierno.
Se me borra el mundo y descubro el cielo
cuando me zambullo en tus ojos tiernos.
Ojos de cielo, Ojos de cielo,
no me abandones en pleno vuelo.
Ojos de cielo, ojos de cielo
toda mi vida por este sueño.
Ojos de cielo, Ojos de cielo,
Ojos de cielo, Ojos de cielo,
Si yo me olvidara de lo verdadero,
si yo me alejara de lo más sincero,
tus ojos de cielo me lo recordaran,
si yo me alejara de lo verdadero.
Ojos de cielo....
Si el sol que me alumbra se apagara un día 
y una noche oscura ganara mi vida,
tus ojos de cielo me iluminarían,
tus ojos sinceros, mi camino y guía.
Ojos de cielo, Ojos de cielo,
Ojos de cielo, Ojos de cielo...

miércoles, 3 de diciembre de 2014

LOS DUENDES EXISTEN


Voy a aprovechar la celebración de hoy para contaros una cosilla. Como soy mente-culo inquietos, este año me he metido en otra historia diferente. Vaya por delante que soy de las que al ver un vídeo de los logros de personas con prótesis o amputaciones, lo paso rápido porque se me quedan los huesos blanditos cual gominolas. Aun así, no sé si por valentía, por inconsciencia, o posiblemente por la mezcla explosiva de ambas, este año me lancé a la Atención Domiciliaria (una modalidad educativa para los niños que no pueden acudir con normalidad al centro escolar). 

Cuando me pusieron en antecedentes sobre los problemas de los que iban a ser mis niños, cogí mucho aire y ensayé en casa para no mostrar, el primer día, mi cara impresionada. No me esperaba en absoluto lo que sucedió: frente a ellos, no vi absolutamente nada, nada salvo niños como los de todos los años. Y, en poco tiempo, vi más: vi personitas admirables, no sé si locos inconscientes como yo, que lo único que ven es la vida por delante, y que ponen en juego, como todos, las herramientas que tienen a su alcance. Son mis campeones. Con ellos no se me vuelven los huesos gelatina, lo que se me reblandece hasta el infinito es el corazón. Y desaparece de mi entorno cualquier motivo de queja anodina. Los admiro tanto que todos mis ídolos de antes se han empequeñecido en comparación. Me tienen secuestrada el alma para siempre jamás.