El azar es extraño. Hace no más de 15 días escuché en la radio, por azar digo, a dos representantes de MSF hablando de su labor. Al día siguiente, en un hilo de un foro, escribí:
Ayer iba escuchando la radio, hablaban los de MSF de un "kit" alimentario revolucionario que, a muy bajo coste (ridículo), en 6 semanas un niño pasaba de ser un ser humano desnutrido y condenado a formar parte de la estadística de los 10 que mueren diariamente, a ser un niño completamente sano en lo que a nutrientes se refiere. Hablaban de cómo las ONGs ponen parches a las indolencias de los gobiernos y de la necesidad de que esta situación termine.
Lo que más contundentemente me hizo mover la cabeza arriba y abajo fue la afirmación, respecto a "nuestro" mundo, de que vivimos en una burbuja, ajenos totalmente a nuestra condición de privilegiados. Este verano, por ejemplo, estaba charlando con un amigo, que no se caracteriza precisamente por su falta de conciencia, y me sorprendió con este comentario: Pero ya no se muere nadie de hambre ¿no? Actualmente, no. Hay pobreza, pero ya no hay hambre. Se me abrieron los ojos como platos y le mandé las estadísticas que maneja la ONU. Flipó, claro.
Al margen, algo que me subleva hasta el cabreo es que premiemos, como vamos a hacer, la idología del liberalismo, ésa que abomina del intervencionismo de los gobiernos, pero sólo cuando hay visos de enriquecimiento sin medida, ésa que no duda un instante en echar mocos en los parlamentos pidiendo -y consiguiendo- socializar las pérdidas, mientras mantiene la privatización de las ganancias en los negocios (que aún siguen generándolas). Y lo que aún me da más rabia, hasta la pataleta incluso, no es que determinados gobiernos sucumban a esa llantina (EEUU es el máximo exponente del poder político unido al económico: los políticos del gabinete Bush son accionistas -y no minoritarios- de megamonopolios mundiales, con lo cual, ayudar a quien detenta poder económico equivale a ayudarse a sí mismos) ¡es que sucumben quienes, ideológicamente al menos, defienden otras estrategias!
En fin. Para llorar, sí.
Ignoraba entonces que iba a encontrarme hoy, azar extraño, con algo que me iba a sublevar también, casi hasta la lágrima: la utilización absurda de problemas reales como fondo de pantalla a un pésimo guión pseudopasteloso. Azarosamente, insisto, buscando una cita de una película, me di de bruces con otra que no había escuchado en mi vida: Amar peligrosamente. Busqué en San Google información sobre ella y vi que estaba protagonizada por el actor que descubrí en Closer, Clive Owen. Me pongo a verla y ¡sorpresa! parece idéntica temática a la planteada por MSF. Sigo el visionado y me voy indignando paulatinamente más y más. ¿Qué es esto? ¿pretende ser una película de toma de conciencia que aprovecha un argumento de "amor" para dar una cucharadita de realidad a que los que no van al cine para ver desgracias; o, por el contrario, una película que busca ser comercial con un argumento y puesta en escena pésimos, pero, eso sí, revestida de unos tintes pseudosociales?
Creo, en definitiva, que acabo de ver una de las películas más horribles de la historia. No sé ni por dónde cogerla porque soy incapaz de decidir qué es lo más horroroso, así que suelto a ráfagas todo lo que he visto, para que cada uno decida sobre si hay grados diferentes de horripilantidad. Ojo, que cuento toda la película, no leas más si quieres verla.
El argumento es de lo más fatuo a la par que pretencioso, y vanaliza continuamente, a fuerza de caricaturizarlos, problemas muy reales, como los de los refugiados, el hambre, las guerras, el acceso a la medicina... Los dos protagonistas aparecen, a lo largo del tiempo, en todos los fregados imaginables poresosmundosdediox: empiezan en Etiopía, donde Angelina Jolie rescata nada menos que a la niña de la fotografía de Kevin Carter, no sólo del buitre, sino también de la muerte. Ya desde esta escena flipé en colorines, y empecé a sospechar que iba a presenciar ciertas dosis de maniqueísmo, pero aún no sabía hasta qué punto.
No se sabe por qué (y al guionista no le parece que tenga que dar más explicaciones al respecto), pero ella, que iba para una estancia de un mes, se vuelve al segundo día. Él es una mezcla rara del Dr. House y el Patrick Swayze de La ciudad de la alegría. A pesar de que se esperaría de él, por la vida de entrega que lleva, grandes dosis de humanidad, la pone a caer de un burro sin conocerla de nada, y eso que va a ayudar.
Por resumir: los dos aparecen en Etiopía, Camboya, Chechenia, y siempre como únicos salvadores y únicos seres con conciencia. Vamos, de esto que te preguntas: ¿pero él no está ahí con una ONG? ¿y no está hablando de otras que también están allí? ¿y cómo es que está solo ante el peligro y, según dice, nadie sabe lo que sucede allí? Él es siempre el líder y artífice del movimiento liberador, pero en plan Llanero Solitario. Ella aparece siempre después, arrastrada por él en diferentes modos, por razones peregrinas y siempre con unos extrañísimos procedimientos: a Etiopía va por crisis de conciencia, se larga ella sola con tropecientos kilos de comida ¡y llega! Pasa allí, como he dicho, dos días, pero establece con House y con Elliot, otro responsable, unos lazos estrechísimos, al parecer. Años después trabaja para la ONU, pero se ve, por el lugar en el que desempeña sus tareas, que no tiene mucha responsabilidad; eso al guionista le da igual: ella consigue sin esfuerzo y al instante, porque sí, porque se lo pide Elliot, que la ONU envíe ayuda a Camboya y ser ella misma quien, sola de nuevo, conduzca el cargamento. Lo de Chechenia ya sí que es flipante, pero lo cuento luego, cuando hable de los personajes secundarios.
Por resumir: los dos aparecen en Etiopía, Camboya, Chechenia, y siempre como únicos salvadores y únicos seres con conciencia. Vamos, de esto que te preguntas: ¿pero él no está ahí con una ONG? ¿y no está hablando de otras que también están allí? ¿y cómo es que está solo ante el peligro y, según dice, nadie sabe lo que sucede allí? Él es siempre el líder y artífice del movimiento liberador, pero en plan Llanero Solitario. Ella aparece siempre después, arrastrada por él en diferentes modos, por razones peregrinas y siempre con unos extrañísimos procedimientos: a Etiopía va por crisis de conciencia, se larga ella sola con tropecientos kilos de comida ¡y llega! Pasa allí, como he dicho, dos días, pero establece con House y con Elliot, otro responsable, unos lazos estrechísimos, al parecer. Años después trabaja para la ONU, pero se ve, por el lugar en el que desempeña sus tareas, que no tiene mucha responsabilidad; eso al guionista le da igual: ella consigue sin esfuerzo y al instante, porque sí, porque se lo pide Elliot, que la ONU envíe ayuda a Camboya y ser ella misma quien, sola de nuevo, conduzca el cargamento. Lo de Chechenia ya sí que es flipante, pero lo cuento luego, cuando hable de los personajes secundarios.
Cualquier cosa que pueda suceder en una zona de conflicto, les sucede: francotiradores, mercenarios, conflictos gubernamentales, ladrones, la Cía, secuestros, sobornos, extorsiones, tráfico de armas, minas anti-persona, sarampión y más sarampión... y eso que ella pasa, a lo sumo, una semana en cada sitio. En cambio en Londres, donde se pasa la vida entera, no le sucede absolutamente nada nunca; tiene hijos casi por generación espontánea y asciende en la ONU sin que se sepa muy bien con qué méritos.
Se dan, en esas salidas poresosmundosdediox, las escenas más descabelladas:
- Dile la verdad, dile que intentamos salvar a su puto pueblo. -(él dice mucho "puto", para que se vea lo durísimo que es).
- Dice que su puto pueblo le importa una mierda.
- Dice que su puto pueblo le importa una mierda.
Claro, esto siempre es así: es el extranjero quien se preocupa por la gente, no el oriundo, por eso hay que seguir interviniendo donde nos parezca, para salvar a la gente de sus propios paisanos/vecinos. Curiosamente (y no es la única película que dobla así -ignoro qué pasa con las V.O.-) hacen que los personajes que representan a sectores desfavorecidos de distinto país del de los protagonistas hablen como lo hacían los indios de las películas del oeste; al parecer los cineastas -al menos los españoles- consideran a estos personajes lo suficientemente inteligentes como para aprender un idioma extranjero sin ir a ningún centro de enseñanza, pero tan estúpidos que, a pesar de haber aprendido por contacto lingüístico, sólo son capaces de hablar en telegrama; esto no parece necesario que suceda cuando el que habla es un representante del gobierno, por ejemplo. Contrastando esa realidad cinematográfica con las ocasiones en que hemos escuchado a nuestros presidentes hablar en otras lenguas y a los lugareños de otros países hablando en el nuestro, nos damos cuenta de cuán lejos está el cine de la realidad.
Pero el diálogo continúa:
- Tú agente que trabaja para Cía, uno de vosotros debe morir.
- Tú agente que trabaja para Cía, uno de vosotros debe morir.
Es una lógica aplastante: el agente eres tú, pero como eres el protagonista y tienes que durar, voy a cargarme a uno cualquiera de tus compañeros. No me digáis cómo, pero esta charla desemboca sin ton ni son en que el oriundo arranca a un niño de los brazos de su madre, lo sienta en la tarima y le pone una granada en las manos, como para crear una situación tensa. La madre, claro, va a por él, y el oriundo se la carga para que no pueda quitarle la granada. En fin, delirante todo. El bueno, Elliot, que ya por eso tenía cara de fiambre desde que empezó la película, cumple aquí su destino. El dr. House se siente culpable y la Jolie lo tranquiliza: Total, si él quería dar su vida por los demás, pues ya está, hasta le has hecho un favor. ¡Vamos, que sólo le falta soltar que ella misma lo habría matado si no se lo cargan los guerrilleros ésos!
Los despropósitos del guión compiten con los de ambientación. La película se desarrolla a lo largo de décadas, pero ahí nadie experimenta el menor cambio físico, todo lo más, a ella le crece una vez el pelo. Ya en el clímax de la invariabilidad física, el hijo de ella aparece tan, pero tan igual con el paso de los años que, cuando tiene una hermanita que aparece con unos 7-8 añitos, estás deseando que vuelva a aparecer el siguiente corte temporal para ver si consigue incluso adelantar al niño, que tiene siempre unos 9-10.
Otra gracia ambiental es que Jolie, cuando está en Londres, lleva, época tras época, collar y pendientes de perlas en cualquier circunstancia. Si la ves sin ellos no hace falta ni que abra la boca: ya sabes que se va a largar de misiones poresosmundosdediox.
En poresomundosdediox a todos les faltan palabras para describir lo peligrosísimos que son esos países, las pésimas condiciones en que se encuentran todos, etc. etc. Pero es sólo de boquilla: ahí está todo el mundo mal menos los protagonistas, que no sudan, que, sin electricidad, encuentran el modo de planchar su ropa y pasar por peluquería lavarymarcar, afeitarse, depilarse... En Chechenia, a Angelina le cascan un gorrito ruso muy mono que no se quita ni en la cama; eso sí, cuando está en la calle, con un frío de rigor mortis, lleva ropa ligerita para que no esconda su tipo. De igual modo, nada más llegar a Camboya, se queda en tirantes sexies y así atraviesa el río, despreocupada absolutamente por los mosquitos o por el sol.
Todavía más, y ahora hablando de los personajes: Resulta que en el primer escenario, el de los campamentos de refugiados etiopes, aparece un grupo de cuatro formado por el dr. House Swayze, el futuro fiambre Elliot, una enfermera y un ¿ingeniero? Todos ellos aparecen juntos después también en Camboya; se ve que en las ONG's se crean lazos tales que no vuelves a involucrarte en ningún proyecto si no es con los de siempre. Pero más: un personaje de la Cía que ya había coincidido con House en Pakistán (creo) aparecerá ya siempre con él, como si la Cía no tuviese más agentes y éste estuviese destinado a pegarse a House vaya donde vaya. El personaje de la hermana de Jolie es también "gripante": no puede acudir a la boda, pero se presenta en un banquete benéfico y, años después, también en el nombramiento de Angelina para no sé qué cargo importante diciéndole a su hermana del alma que, aunque Chechenia está horrible, ella pedirá que la destinen allí para buscar a House, al que no conoce de nada, y al que su hermana ha visto 6 días en 20 años. En fin... no sé qué comentar al respecto.
Otro dialoguito que no tiene desperdicio. El contexto es el siguiente: pese a haberse visto dos días, con años de diferencia entre las dos ocasiones, los protas tienen escenita de cama, lo cual no es raro pero, y esto sí me choca, la conversación posterior es un interrogatorio de él acerca de cómo conoció ella a su marido. Esto sirve de excusa para que ella le diga que sólo siguen juntos por el niño (charla innecesaria porque, minutos antes, el guionista deja el campo libre creando una escena en la que Jolie pilla al marido con otra, pero se ve que quiere dejarlo claro por si el espectador no ha visto que el marido y la de camisa desabrochada tenían tema). House le pregunta a Jolie por el hijo de ella:
- Le quieres muchísimo ¿verdad? -pregunta de paparazzi de programa del corazón. Y ojo a la respuesta de ella:
- Sí, es encantador.
- Le quieres muchísimo ¿verdad? -pregunta de paparazzi de programa del corazón. Y ojo a la respuesta de ella:
- Sí, es encantador.
"Encantador" es un adjetivo que usa ella bastante en toda la película, como él lo de "puto".
Otra nota curiosa es que, en los escenarios de esosmundosdediox, el guionista le pone a Jolie mucho bebé alrededor, como destacando su instinto maternal. Sin embargo, cuando está en Londres parece que sus propios hijos "encantadores" son de atrezzo y no duda en quitárselos de encima para volverse a esosmundosdediox.
Otra nota curiosa es que, en los escenarios de esosmundosdediox, el guionista le pone a Jolie mucho bebé alrededor, como destacando su instinto maternal. Sin embargo, cuando está en Londres parece que sus propios hijos "encantadores" son de atrezzo y no duda en quitárselos de encima para volverse a esosmundosdediox.
Pero sigamos. El guionista, después de haberles dejado el campo libre, se da cuenta de que si terminan juntos en Camboya la película se tiene que acabar y, como quiere sacar muchas más penurias desosmundosdediox para que la película sea una de ésas independientes con mucha conciencia social, nada más salir de la cama él le suelta a ella:
- Estoy completamente loco por ti. No dejo de pensar en ti. Estás en mi cabeza, en mi corazón, en cada centímetro de mi puta piel, pero no puedo liarme contigo, no puedo. Mira qué les pasa a los que me rodean, no es bueno, no soy bueno para ti.
- No es cierto.
- Créeme, si pudiera volver a vivir esta vida no me separaría nunca de ti. Pero tú te debes a tu familia y yo a esta gente y no podemos cambiarlo porque siempre terminaríamos haciendo daño a alguien.
- No es cierto.
- Créeme, si pudiera volver a vivir esta vida no me separaría nunca de ti. Pero tú te debes a tu familia y yo a esta gente y no podemos cambiarlo porque siempre terminaríamos haciendo daño a alguien.
Y ella llora amargamente. Yo aluflipo. Ni se conocen tanto como para soltar esas chorradas, ni, si así fuera, se sostiene que tanta intensidad se frene por el típico argumento adolescente de película de instituto. Me voy a apuntar bien los nombres de director y guionista para no volver a soportarlos nunca más. Martin Campbell y Caspian Tredwell-Owen y Jeremy Brock.
Más ridiculeces: Cuando el guionista ha querido, en dos pinceladas, hacernos ver que el matrimonio de Jolie es "blanco", resulta que en la escena siguiente es cuando aparece la niña. Tan previsible como la muerte de Elliot: la niña va a ser de House, fijo. No he terminado de ver la película, pero eso está cantadísimo. Ya os contaré. Ahora la familia es riquísima y vive en una casa de caerse de culo; como el guionista nos ha hecho ver que al marido no le iba demasiado bien, concluyes que trabajar para los necesitados te enriquece que da gusto.
Lo último que vi de la peli era rocambolesco, a la altura de todo el guión: Está ella buscando a House en Chechenia, a pesar de que su hermana le dice que estará muerto, y se le presenta el mismo de la Cía de toda la película y, pasmante, ese tipo duro y sin escrúpulos al que no ha visto en su vida se pone a charlar con ella sobre lo bonito que es el amor, que hace que ella vaya a pasar mil peligros para encontrar a House, que no se merece que nadie lo busque, y sólo por eso la va a ayudar. En fin, que, con los ojos desorbitados totalmente, desrecomiendo fervorosamente esta patochada cómica con aspiraciones de drama profundo y de cine denuncia. ¡Yo sí que los denunciaba! Sentenciados, de momento, los tengo: casposo Caspian Tredwell-Owen y sopero Martin Campbell.
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