Un libro del siglo XVI rezaba: "los magos dicen que si una persona se frota a sí misma con un diente de león será bienvenido en todas partes y obtendrá lo que desee".

sábado, 28 de junio de 2014

DE HIPNAGOGIAS Y SUEÑOS (R. Creek)

Hace algún tiempo, en este lugar...

11 de febrero de 2014 a la(s) 0:17

     ¿Donde hoy los bosques se visten de espino? No precisamente. Era una forma de empezar a contar esta aterradora historia ;)

     Hace ya un montón de años tuve una época de mayor conversación con una prima mía unos 15 años mayor que yo. En una de esas conversaciones me contó una experiencia que me dejó alucinada: Estando en la cama, completamente consciente, de pronto sintió una presencia, alguien invisible se tumbaba encima de ella y la inmovilizaba. Aterrorizada, cerró los ojos, muy apretados, y se puso a rezar hasta que la presencia desapareció.

     Aunque, exageradamente racional como soy, siempre pensé que habría alguna causa explicable, incluida la imaginación/sueño vívido de mi prima, debió impactarme bastante, porque nunca lo olvidé.

     Bien, en 4º Milenio, una noche oí cómo un psicólogo que interviene de vez en cuando le daba el nombre de hipnagogias, respondiendo a una carta en la que le contaban una experiencia muy similar a la de mi prima. Y, lo que me sorprendió más: era bastante frecuente. Sucedía abandonando la vigilia, de ahí que se tuviese la sensación de que no estabas soñando.

     Tal y como me sucedió cuando me hablaron del fenómeno de "subirse la bola" (que inmediatamente después de oír hablar de ello por primera vez en mi vida, "decidí" experimentarlo a lo bestia, con todo el dolor de mi corazón y mi músculo pernil), hace unos meses me sucedió: de pronto, estando aún boca arriba (duermo boca abajo, así que quiero decir que me acababa de acostar), y totalmente consciente, note un peso encima, como cuando se te tumba alguien (no de esa forma, warris, no penséis mal). A diferencia de mi prima, en mi caso no podría haberme subido la sábana por encima de la cabeza, tampoco comunicarme, porque absolutamente todo mi cuerpo estaba paralizado, salvo mis ojos. Pero, a diferencia de mi prima también, aunque me conmocionó (no sabes cuánto va a durar y es una sensación rarísima en sí), no me asustó, ni me llevó a creer en presencias, extraterrestres, fantasmas... porque ya tenía información alternativa. Lo que sí me chocó es que, fuera de estar en un estado de semivigilia, mi sensación era totalmente consciente.

    Bueno, resulta que la explicación era incompleta, y hoy he descubierto, indagando sobre los trastornos del sueño para completar un tema de oposiciones, toda una explicación que me ha sorprendido y que, además, ha dado explicación a otros dos episodios que me sucedieron: en uno escuché perfectamente que había alguien en mi casa y me levanté y flipé al ver que no había ni un alma. Aquí sí que pensé que había sido un sueño vívido (en la otra ocasión lo que oí fue abrir la puerta, también me levanté; al no ver a nadie, abrí pensando que les costaba abrir porque la puerta se atasca y me quedé "cuajá" al ver que no había nadie).

    Bien, a lo que voy, la explicación, mucho más detallada, de este fenómeno, está en la parálisis del sueño y, según las fuentes de Wikipedia, prácticamente a todo el mundo le ocurre al menos una vez en la vida. Aquí lo tenéis, para que, cuando os toque, os impacte bastante menos de lo que me "enshockó" a mí: http://es.wikipedia.org/wiki/Par%C3%A1lisis_del_sue%C3%B1o

   La parte de "Tipos de experiencia" es muy ilustrativa. A juzgar por mis alucinaciones auditivas, al parecer estoy más estresada de lo que creía; serán los nervios de la preboda. :p

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