Un libro del siglo XVI rezaba: "los magos dicen que si una persona se frota a sí misma con un diente de león será bienvenido en todas partes y obtendrá lo que desee".

jueves, 9 de julio de 2009

ESPERADORES. MIENTRAS NO ME QUERÍAS (R. Creek)



En color, citas de JUNTOS NADA MÁS (Anna Gavalda) -Julio 2007-

Claro que distinguía los días unos de otros, puesto que ya no tenía otra cosa que hacer más que contarlos.

Tenía que levantarse despacio, esperar a que los objetos recuperaran la normalidad.

Paulette hablaba sola, increpaba a los muertos y rezaba a los vivos.

¡Eh! ¡Paulette! ¿Está usted muerta? ¿Está muerta?

Concéntrate en tu muñeca, ella te dictará el primer trazo, y sólo el primer trazo importa, es el que dará vida a tu dibujo.

El problema es que nadie puede vivir sin expresarse. Nadie... Es imposible...

Pero hay una cosa que te tengo que decir: las personas que dejan de hablar se vuelven locas. Chu Ta, por ejemplo, no te lo he dicho antes, pero se volvió loco, y también muy desgraciado. Muy, muy desgraciado y muy, muy loco. Sólo recuperó la paz cuando ya era un anciano. Tú no vas a esperar hasta ser una anciana, ¿verdad? Dime que no.

Los tallos y las hojas del bambú son lo más difícil de dibujar que hay. Una hoja, bonita, una simple hoja que se balancea al compás del viento exigía de esos maestros años de trabajo, a veces toda una vida... Juega con los contrastes. Sólo tienes un color a tu disposición, y, sin embargo, puedes sugerirlo todo...

[Te cuento, sin que lo sepas: Menos mal que iba a reírme con este libro; estoy continuamente al borde del llanto.]

Se acerca el invierno, asesino de los pobres...

¿De qué sirven las emociones, si no se pueden compartir?

La única chica del universo capaz de llevar una bufanda tejida por su abuela, y seguir estando guapa, nunca sería para él. Qué cosas tenía la vida...

[Y te susurro, mientras ignoras casi hasta mi existencia: Frank es como tú. Como tú al principio, y como tú a continuación. Este libro siempre me va a recordar a ti, a tu rubor inesperado, a tus intempestivas reacciones, a mi rechazo...]

Como si su vida sólo pudiera solucionarse con la condición de volver a hacerle sufrir...

- ¿Eres creyente?
- No. Bueno, sí... Cuando escucho este tipo de música, cuando entro en una iglesia muy bonita o cuando veo un cuadro que me conmueve, una Anunciación, por ejemplo, se me engrandece tanto el corazón que me da la sensación de creer en Dios, pero estoy equivocada: en quien creo es en Vivaldi... En Vivaldi, en Bach, en Haendel o en Fra Angelico... Ellos son los dioses... El otro, el Viejo, no es más que un pretexto... De hecho, es lo único bueno que le encuentro: el haber sabido inspirar a todos ellos todas esas obras maestras...
- Me gusta cuando me hablas... Me da la sensación de hacerme más inteligente...

[A mí me gusta cuando hablas de mí como si no estuviese, pero diciéndome todo lo que quieres que sepa.]

- Calla...
- Que sí, que es verdad...
- Has bebido demasiado.
- No. No lo bastante, justamente...
- Mira, escucha... Esta parte también es muy bonita... Es mucho más alegre... De hecho es lo que me gusta de las misas: los momentos alegres, como los Gloria y tal, vienen siempre a salvarte después de un momento triste... Como en la vida...

[Delia hoy me ha dicho la misma frase que mi madre, respecto a la muerte: si el tiempo no clamase el dolor, nos moriríamos.

Comprar el libro ya fue especial: El librero me contó lo que le inspiró el leerlo, y se enredó en los horóscopos: Sagitario con ascendente Escorpio, y caballo en el chino.]

Lo que impide que la gente conviva no es la diferencia, sino la estupidez...

De hecho, es la primera cosa que suelen hacer los dictadores: romper gafas, quemar libros o prohibir conciertos.

¿A lo mejor incluso has elegido ese curro por ese mismo motivo? Para no salir nunca de la tripa de tu madre y tener la certeza de que siempre estarás en un lugar calentito, con mucha comida alrededor...

[Ya quería volar antes de conocerte. Luego me has dado alas, me las has quitado, me las has ensanchado, me las has recortado, me las has incendiado, me las has robado para volar tú mismo...]

- ¡Qué va! ¡Qué va! ¡Peludo lo justo, nada más!
[¡eres tú! jajajaja]

- Así... Tú déjate hacer, pedacito de hielo...

[¡Joé! ¡Cuántos resortes! La moto: ¡en Gien! ¡Huelva! ¡NachoAsio!]

- ¿Crees que son como las minas de tus lápices? ¿Crees que se gastan cuando se utilizan?
- ¿El qué?
- Los sentimientos.

[Estoy agotada. Es cierto que soy un espejismo evanescente. Ni siquiera para mí misma tengo de dónde beber: carezco de presente, pasado o futuro que contar. No soy un misterio. Soy un vacío.

Olvídalolvídalolvídalolvídalolvídalo ¿Cómo se hace eso?]

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