Un libro del siglo XVI rezaba: "los magos dicen que si una persona se frota a sí misma con un diente de león será bienvenido en todas partes y obtendrá lo que desee".

lunes, 18 de febrero de 2008

SINERGIA ATRABILIAR (R. Creek)



 
Creo que circula un virus. Ni informático ni biológico. Es sentimático o sentimenta-l-ógico. Una especie común, pero que, a veces, como este año, se expande en epidemia. Es el famoso agnoralghicus polimorfi, tan frecuente en estaciones otoñalmente penelopeanas y odiséicamente primaverales. Se manifiesta por una fatiga de vivir, acompañada de explosiones piréticas que provocan espasmos aquellosmaravillososaños, convulsiones sescapómitren y episodios deliroatróficos provocados por una hiperdesesperanza aguda, que inducen, en el paciente, deseos encontrados de inercia y de escapada.


No hace falta ser Marlowe para ver que a nuestro alrededor van cayendo todos como moscas, contagiados transitiva y, quizá, transitoriamente. Pero incluso (o más) en aislamiento se contrae. La desvitalización se apodera del grupo de amigos quienes, una vez atacados por el aquínohaynadaquehacer, se dispersan, como autómatas a los que hubiese cantado con tristeza un teniente de Hill Street. El recién zombi toca, a su vez, de desesperanza al vecino con el que coincide en la panadería, al traspasarle un hayquevercómoestálavida. Éste, minutos después, melancoliza a su pareja en un breve contacto oral de beso desapasionado; ella se asoma a la ventana a contemplar esa lluvia gris sin agua de día despejado y, en un cruce de miradas, contamina al saxofonista del edificio C, quien, sin dilación, abandona el Hoypuedeserungrandía para derramarse en Lavidanovalenada. Un do bajo baja más de la cuenta y transmite el germen patógeno al empleado del ayuntamiento que estaba desratizando el alcantarillado; desbordando todo en lágrimas, extiende, sin querer, el virus por todo el flujo de saneamiento residual canalizado. Dos o tres ratas se suicidan lanzándose a la riada. El efecto de la evaporación hace que el virus vuelva a sumarse a la pandemia superficial, al filtrarse el vapor lacrimal/-ógeno por los orificios de las tapas de las alcantarillas de todo el municipio. Un atractivo moreno que se está riendo a carcajadas de un mal chiste, aspira, en inspiración, una enorme bocanada que lo lleva de Talía a Melpómene, y se deshace, ahora, en el paroxismo del llanto. Cuando se vacía (no sin antes haber arrastrado a la empatía al niño del carrito y a su madre que cree que no lo educa bien, quien a su vez…), cuando se vacía, decíamos, se convierte en recipiente y es, entonces, cuando esa bocanada ingerida/indigestante se expande cual argón en su interior, extendiéndose por todo el flujo de saneamiento sanguíneo canalizado. Dos o tres lípidos se suicidan tirándose a la corriente. El efecto de la evaporación hace que…


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