Un libro del siglo XVI rezaba: "los magos dicen que si una persona se frota a sí misma con un diente de león será bienvenido en todas partes y obtendrá lo que desee".

sábado, 3 de enero de 2015

HÉROES HOMÉRICOS O ESAS BELLAS PIEDRAS DE "AZINA" (HELLÁS III) (R. Creek)


Decidimos parar a tomar una cañita mientras pensábamos -preguntando o sobre plano (desde Omonia, por supuesto)- dónde cenar. La cañita resultó ser de medio litro. Se ve que en cuanto rozas no sé qué latitud las cosas dilatan. Cosas del calor. Y así, dilatado también (debía medir, le calculo yo, lo que el Coloso de Rodas), apareció un héroe homérico ante nuestros ojos. Miradita va miradita viene, lady por aquí, torpe repostero vaciando plásticos por allá,… total: terminó preguntándonos de dónde éramos, y una cosa llevó a la otra. Había estado en España hacía muchos años y aún conservaba muchísimo del idioma porque, al parecer, le gustaba tanto que leía en nuestra lengua. No recuerdo qué más nos contó esa noche, porque yo enseguidita flaqueé de talón (y porque yo mucho inglés hablado no domino, y menos con medio litro de cerveza colapsando conexiones neuronales, para qué nos vamos a engañar; de hecho, al parecer, habíamos aceptado cenar con él al día siguiente, pero yo no lo supe hasta que, un rato después de despedirnos de él, me lo comunicó Π como si yo estuviese al tanto ¡qué ingenuidad tan enternecedora la suya!). 


Άγιοι Aσωματικι- Iglesia bizantina de los Santos Incorpóreos

Tomamos una cena de lo más original (ensalada griega con doble de feta y moussaka) en el restaurante de al lado, el del torpe repostero que, minutos antes, reciclando una botella desrecicló 20, aunque las recogió toditas una a una; eso y su afán protector hacia mi bolso me hicieron convertirlo en el 4º héroe de la noche, encabezando la lista el Coloso y, de farolillos rojos, Starsky y Hutch. Como queríamos madrugar para no ver la Acrópolis bajo un sol de justicia, tal y como aconsejaban las guías (somos muy de hacer caso a guías y mapas, ya habéis visto y seguiréis viendo), no quemamos más noche y volvimos a nuestro sótano.
 

Al día siguiente descubrimos que, digan lo que digan las guías, si uno no quiere insolarse viendo la Acrópolis lo mejor es saltarse las verjas de noche. No eran las 9 y ya en la primera cuestecita parecíamos centrales térmicas ambulantes. La verdad es que el madrugar tuvo la ventaja de que no nos encontráramos todo ese hormiguero humano en que se convirtió apenas dos horas después. Nos lo tomamos con calma, pero después de ver casi todo el recinto, al llegar al templo de Héfestos, decidimos que el Tholos y el emplazamiento de la antigua asamblea democrática los dejábamos para otra ocasión. Total ¡yo iba a quedarme a vivir allí! ¡tiempo tendríamos de sobra en años venideros! 

Αγία Τριάδα - Aghia Triada (Santa Trinidad)
Tomamos algo en el barrio de Syri (o cerveza o frappé, ya no me acuerdo, pero fueron nuestras fuentes de hidratación básicas durante todo el viaje, así que cualquiera de las dos cosas) y comimos -¡a las 4 de la tarde casi, maravilladepaís!- en un restaurante donde la camarera… ¡también hablaba español! Así que no pudimos estrenar nuestro limitado vocabulario heleno, aunque incorporamos nuevas palabras gastronómicas acompañando la ensalada griega: σαγανάκι saganaki (pelín salado) -creo que de aquí saqué luego, inconscientemente, el neologismo de saganapo- y χταπόδι octopus (buenísimo). Teníamos una vista increíble de la acrópolis y pensamos cenar un día allí, frente a la visión nocturna iluminada que anticipábamos de cine, de modo que anoté el nombre del restaurante: Alfa. Lo ponía en los toldos: Alfa. Días después, cuando lo encontramos sin tener que preguntar, ya sabíamos que Alfa era el nombre de una cerveza (lalalalaaaa niniinoniiii fiufiuuuuu…).

Κεραμεικός - Cerámico

 Dimos otra vueltecita corta por Syri y descubrimos, por azar, buscando el Kerámeikos, una iglesia bizantina muy chula (la de los santos incorpóreos, aunque entonces ni idea del nombre). ¿Dónde estará el Kerámeikos, dónde estará el kerámikos? Venga a dar vueltas, venga a dar vueltas, venga a dar vueltas cual pollos al ast ¡maldita chicharrera de las cinco de la tarde!

Québonitaquellaiglesiaquesevealfondo.
Aquídicequesunasinagoga.
(creo que ni de conya era ésa)
Hayqueverlobonitaquesevedelejoseeh.
Quiénquierestropearloacercándose.
Noseréyodesdeluego.
 
Thissio
Por fin dimos con el Kerámeikos. Teníamos entrada para visitarlo, pero decidimos decir la frase mágica: “Bueno, ya nos lo hemos quitado”. Si es que Atenas antigua, lo que se dice Atenas antigua, si uno quiere se ve rapidísimo, sólo hay que tener voluntad térmica. Además guardo la entrada, total, como me voy a quedar a vivir allí...

QuébonitoelKerámeikos.
Sífíjatequéarcadasahícomounacisterna.
(era la Puerta Sagrada)
Sísíymiraquésombritadaestafarola.
Vamosdelujoycasisevemejordesdeaquí.
Nilodudes.
¿Probamos averquetal sevedesdesastacióndemetroThissio quehayahí?
Probemosyvayamoscorriendoquestoyansiosaporverla


Monastiraki

Huy, qué estación más bonita, ¡vamos a eponamestassi!
Bueeeeenoooo, las ruinas
in situ, a varios metros bajo tierra, se ven pero que muchísimo mejor a las 5 de la tarde ¡dóndevaustéaparar!
¿Vamos a la de Syntagma, que seguro que también es chula?
¡Vamos!
¡Qué bonita es Atenas aquí abajo a estas horas! ¡estosvida!

Syntagma

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