Últimamente tengo más ocasiones de satelitar a extraños. Me encanta.
Hace unos días, una mujer (que iba o venía de trabajar), aprovechando que no había avisos de "Prohibido hablar con el conductor", se dirigió a él diciéndole que seguro que él había visto mucho dinero.
- Vamos, me refiero a que tú habrás visto muchos billetes.
- Sí, todos. Menos de 500, que ésos ni los conozco.
- ¿Y has visto los nuevos de 10€?
- No, aún no.
- Son una birria, parecen de juguete.
Y él le respondió algo que me dejó absorta, y que convirtió una conversación anodina en algo que, para mí, merece ser contado:
- Mejor. El dinero tendría que ser como los ajos. Al año... -y realizó el gesto de tararí con la mano.
Poco después, mientras iba caminando, escuché también algo que me volvió mahareta. Dos mujeres charlaban. Una, mientras la otra asentía (se ve que era la que le había dado la mala noticia), exclamaba, acalorada:
- ¡¿Qué pretenden?! ¡¿Que repartamos 200 citas entre 4?! Entonces hasta dentro de... a ver, 4 por 4 dieciocho... ¡¿hasta dentro de 18 días nada?!
Todavía estoy preguntándome, no tanto por el resultado, sino por la estrategia que le llevaba a 18, o incluso a 16...
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