Realmente me cambia el humor.
A menudo hago mía esa máxima que dice que quien escucha/lee lo que no debe, oye/percibe lo que no quiere. Pero no la cumplo catxisdiez.
Una piltrafilla de nada se puede convertir en nubarrón, pero de los innecesarios, de los que anegan cosechas o se llevan ilusiones o arrebatan alegrías. A veces eres tú quien invoca a Tlaloc, aunque creas que lo que haces es
simplemente danzar. Lo sabes porque otra vez has ejecutado idénticos pasitos y saltos y el dios se ha presentado con su desagradable rostro enmascarado en
muchas formas y encarnado en tantas otras. Tú quieres danzar. Lo necesitas. Te gusta. Pero no quieres agua, no quieres rayos y truenos y centellas. Y parecen ser indisociables.
Más inseparables aún desde que arrastro tu carga, sin compartirla. La mala hierba nunca muere; se enraíza y emponzoña. La raíz siempre está ahí, una raíz amarga que bebo desde que vivo en tu jardín.
A menudo hago mía esa máxima que dice que quien escucha/lee lo que no debe, oye/percibe lo que no quiere. Pero no la cumplo catxisdiez.
Una piltrafilla de nada se puede convertir en nubarrón, pero de los innecesarios, de los que anegan cosechas o se llevan ilusiones o arrebatan alegrías. A veces eres tú quien invoca a Tlaloc, aunque creas que lo que haces es
Más inseparables aún desde que arrastro tu carga, sin compartirla. La mala hierba nunca muere; se enraíza y emponzoña. La raíz siempre está ahí, una raíz amarga que bebo desde que vivo en tu jardín.
Si no hubiese cadenas que te desencadenasen de a quien no quieres verte encadenado…
Si el deseo fuese libre y la esperanza posible…
Si fueses capaz de leerte, de verte, de sentirte,… leerías y verías quién es quien despierta tus sentimientos. Leerías y verías que no es con quien despiertas en tu cama. Aunque quisieras.
Si el deseo fuese libre y la esperanza posible…
Si fueses capaz de leerte, de verte, de sentirte,… leerías y verías quién es quien despierta tus sentimientos. Leerías y verías que no es con quien despiertas en tu cama. Aunque quisieras.
No son lo mismo, deseo y esperanza. No son lo mismo, aunque a veces caminen de la mano.
Ahora sólo me queda buscarme de amante
la respiración
No mirar a los mapas, seguir en mi mismo
No andar ciertas calles,
olvidar que fue mío una vez cierto libro
O hacer la canción
Y decirte que todo esta igual
la ciudad, los amigos y el mar
esperando por ti,
esperando por ti.
Sigo yendo a Teté semana por semana
te acuerdas de allá
Hoy habló de fusiles despidiendo muertos
Yo se que ella me ama
Es por eso tal vez que te siento en su sala,
aunque ahora no estás.
Y se siente en la conversación,
o será que tengo la impresión,
de la ausencia y de ti,
de la ausencia y de ti.
No quisiera un fracaso en el sabio delito
que es recordar.
Ni en el inevitable defecto que es
la nostalgia de cosas pequeñas y tontas
Como en el tumulto pisarte los pies
Y reír y reír y reír,
Madrugadas sin ir a dormir.
Si, es distinto sin ti.
Muy distinto sin ti.
Las ideas son balas hoy día y no puedo
usar flores por ti.
Hoy quisiera ser viejo y muy sabio y poderte decir
lo que aquí no he podido decirte,
hablar como un árbol
con mi sombra hacia ti.
Como un libro salvado en el mar,
como un muerto que aprende a besar,
para ti, para ti,
para ti, para ti.